miércoles, 27 de abril de 2011

Yo caninus...

Estoy cansado, somnoliento, ebrio y decepcionado, es decir, no hay mejor momento para liberar al perro, mi adorado maldito...

Hace años empece a negar mi propia humanidad, no estoy loco, al menos no fuera de la realidad -tomare por locura el cumplido más hermoso- solo me di cuenta del absurdo que significa serlo, de la enorme hipocresía y sobretodo de la soberbia de ser la "bendita humanidad"; enajenados simios que se revuelcan en lo que llaman gloria: la racionalidad, llaman proceso psicológico superior a usar su dedo pulgar...

"Y los ángeles, de trazo pálido y
trasparente,
sublevados, descubiertos van a afirmar
que el montaje es la tragedia
"Hombre",
¡y que su héroe es el gusano
conquistador!" E.A.P

"El hombre", el poder encarnado, el racional descubridor de la verdad, el creador de Dios y amo del planeta, el dueño de toda bestia y señor de su igual... la mujer, objeto perfecto, la costilla inexistente pero bella; el complemento del falo andante es la sumisión. Tal para cual, ni 10 mil años de esclavitud le dan ganas a la bestia de liberarse de la opresión y la fragilidad del cadenero cuya cadena es cada día más lastimera para si mismo, solo toma ornamentalidad pero su calidad esta hecha en Taiwan, malnacidos simios ególatras.

El primer error de "los amos" es negarse a ser animales ¿Cómo demonios son capaces de pavonearse como seductoras masas de frivolidad, gritando ser los conquistadores del planeta y la búsqueda del más allá, si ni siquiera pueden reconocerse como un animal? "venimos del simio bla bla bla, somos la evolución más perfecta bla bla bla, apenas han entendido un suspiro, hermano Darwin ni siquiera tu llegaste a comprender el poder de tu observación... Miles de años creyéndose dioses, no se pueden revertir en un siglo, pero el proceso solo ha tomado otra forma, ahora no somos Zeus, pero si somos "los científicos", "los ingenieros y licenciados" los empresarios y quienes no lo logran son solo los "bailarines danzantes del mundo"... los animales han creado castas, "entre perros hay razas".

La vanidad de ser hombre es la que niego. No soy el conocedor del mundo, no soy el amado hijo ni el estudiante modelo, nunca seré el mejor macho, olvide hace años ser un amigo y me niego rotundamente a ser el novio, pareja o marido. Todo titulo humano es vano, todos los elementos que construyen el castillo de la humanidad me parecen asquerosos... necesarios si, pero el viejo Fromm atino a decir hace mucho tiempo que  la hora a ser una humanidad más madura había llegado, dejemos de esperar. Patética humanidad en búsqueda de una mamá consentidora, la esclava que nos amamante y un falo que nos proteja y castigue: oh noticia  ni la madre es humana, ni el padre existe.

El perro es hijo de perra, el perro "no es de aquí, ni es de allá" el perro no hace lo que uno quiere: es libre. Por supuesto no soy libre, pero el primer paso, destrozar las cadenas esta dado; la máxima cadena, esa asquerosa soberbia humana. negarse como humano destruyo mi autoestima -"eres demasiado modesto"-, destruyo mi amor propio -"ese pinche perro ¿qué onda?"- y sobre todo me quito el peso de no ser lo que esperan que sea, pude dejar de intentar ser un hombre, masculino, controlador, independiente y un chingado falo de cristal como otros. Me libero de intentar ser el mejor como esa puta leyenda que me fue tatuada en lo más profundo del Yo cuando apenas era una bestiesilla... ahora soy dueño de mi, ni el poder del capital, ni la nacionalidad, ni la cultura ni siquiera el genero puede detener mi terrible mordida sin salir al menos espantado por mi malévolo ladrido.

Diez años de espera me costo dar este primer paso, crear mi propio yo y se que el camino es largo. Es necesario decir que el perro es la encarnación del Tao, el camino me a dado forma y la ambivalencia es la base de lo que día a día se ve en mi caminar, mi actuar y asta mi jugar con lo que crees de mi -"conócete a ti mismo" en dialéctica con "el fin justifica los medios"-. Puedo morder, pero lo más hermoso de ser un perro es ser libre para ir y venir, para atender solo lo que quiero y aun así ser consentido y consentir, amar y ser amado pero a mi forma, sin los patéticos requisitos humanos: si te amo no te necesito, amar no es dar de comer...

El perro es leal, tierno pero severo, podría morder la mano que lo alimenta, podría subordinarse ante la primer mirada de un extraño; su belleza consiste en ser el mal desgarrador de músculos y roedor de huesos ante quien y cuando desea; y, por otro lado, un pinche-queda-bien, ese es el inicio de la ternura, allí están los vestigios de lo que aun me ata a ti mi hermano cautivo, esa es la entrada para conocer a ese maldito Jeremías...

2 comentarios:

  1. Ahora si t leí muy bien, será que es porque traigo puestos los lentes? eh ahi mi problema anterior. Me gusto, siemplemente me gusto!

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  2. son los lentes, hay ke usarlos mas seguido

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