Antes de concluir este ejercicio, de finalizar las festividades, tengo el gusto de presentar al viento la siguiente serie de blasfemias y mal usos sacados del fondo perverso de mis nuevos juguetes,
Violare a los viejos, los humillare olvidandolos, nada más violento que olvidar y a su ves nada más común que ello. Por tanto, si bien el análisis de lo que en mi reino -fantasticomundo fantasioso- llamo nueva mitología, estará realisado bajo mi perversa vició, su sustento estará bajo los ojos de viejos, ancestros mounstrosos que me heredan la sapiencia de que mi querido instinto no esta fuera de lugar,
Bienvenidos sean entonces a la lectura cuyas palabras, si son bien leídas les causaran pesar y si no risa y extrañeza, enojo e incredulidad, pero si son usadas dolor de cabeza y horas de excelsa búsqueda.
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