viernes, 12 de agosto de 2011

intermedio: sobre la miseria

miserar, yo miserio tu miserias todos miseriamos, el miseria, tu me miserias ellso se miserian todos miserean, por no no miseriar al miserio que miserea toda la miseria del que nos da lastima?
lastima? si si lastima, mucho lastima la misiera del que provoca lastima, lastima que de miseria cuando no merese miseria, lastima, no ya no se lastima, lastima fue lastimado. fue, es lo ke no es pero es, por que todo es cuando fue, si no fue no es, por lo que fue lastimado es ser lastimado, lastima que se siente lastimado, es decir, da lastima que se lastime, lastime no es lastime, si no que se de lastima, lastima no es miseria, miseria es aun esperansa, esperansa es no lastima, bueno es lastima social, social no es uno, uno es social, pero si lastima social no es uno, entonses cuidado con la lastima de uno..adiós.

sábado, 6 de agosto de 2011

La importancia de llamarse perro: las cuatro patas y nacer

Siendo estrictamente teórico -dentro de la ridiculez absurda y patética que ello implica- ser un perro es tal cual ser un cínico y la postura debería ser la búsqueda de la autonomía mediante la negación de la necesidad, que aburrido.

Ser un perro no solo implica independencia y autonomía, esta lleno de soledad, de angustia, de ira, de equilibrio. El perro muerde, roba, mata y por supuesto sigue el estatus que le cree corresponde; es decir, no solo se olvida de el, es el factor que mueve el mundo, no es pasivo o activo -palabras que me repugnan-, es y no es. Por ello más allá de buscar la propia autonomía, autgestión, el perro rasca las pulgas de la manada.


Algunos que buscan cambios, toman la argentina y el sueño romántico -estereotipate.com-, otros, que se dicen más "modernos", la vanguardia de los ilustrados -estudiantes ilusionados y piterpunescos- creen que platicando se entiende la gente, que las palabras darán de comer en la revuelta, que el miedo no exxxiste tatuado en la enajenación, subestiman a todos creyendo que no sabían sus problemas, que es su decisión ser esclavos, haya ellos y sus doscientos años de retorica marxista, pobre viejo barbon debe estar revolcándose en su cloaca...

Es por ello que lo importante de asumirse perro, que debe estar más allá de una sola y mera identificación, sino que debe ser una identidad misma., es la búsqueda de crear disonancia. El perro es la contradicción misma de si, es lo que hace para no ser, busca que cada ojo que le observa quede visco, que cada oido zumbe y que toda lengua se muerda con sus vecinos los dientes. Es por ello que las patas del perro deben ser firmes para no perderse en la espiral, el kaos debe ser la forma, no el laberinto.

Por un lado, las patas deben tener la flexibilidad de un anarco, la destreza de un ecléctico y la cautela de un mafioso -más su saña, pero eso lo veré, en mi ultima carta antes de asumirme muerto, luego-todo ello impulsado con la fuerza de las legiones más radicales de monstruos sanguinarios - todo radical: religioso, político  perverso y conservador (así como un desprecio mitico contra toda bandera facista)- siempre con el ojo protector de una abuela de pueblo, para no caer en el error de dichos depredadores, pero ser el peor de todos.

Si uno sobrevive a dicho desmadre teórico, que en lo psíquico no solo es desgastante sino suicida, el resultado sera inservible, un perro rabioso, un recien nacido es inutil en el momento -apesar de lo que digan esas mejillas rosadas que buscan lastima- aun no abre los ojos, aun no descubre sus colmillos, pero sobretodo, la importancia de su pelaje...

he dicho.